foto asociadaPepe, Curro, Paco y Toni, eran compañeros de trabajo…y sin embargo amigos.
Todos los días, al acabar la jornada en la fábrica, una vez en la calle, los cuatro se reencontraban en el “Bache de Julián”(En Cádiz, a los escasos bares que quedan donde se acostumbra sólo a beber y dialogar, y frecuentados generalmente por pequeños grupos de hombres se les llama “bache”, y con menor uso “tasca”), donde degustaban un exquisito caldo.
Posiblemente néctar enviado para ellos directamente por Baco, a quién Pepe respetuosamente llamaba “Brancisco”, ya que decía no tener confianza con él.